De a poco nos vamos acostumbrando a esa hermosa sensación de haber vuelto al máximo sitial del futbol, de volver a participar en la categoría donde históricamente habitamos y ese hecho trae aparejado tomar conciencia de ciertas falencias que se venían manifestando en los eternos 22 años que duro el ostracismo del Ascenso.

Siempre sostuvimos que al descenso deportivo lo acompaño el

descenso institucional, con marcada perdida de protagonismo y de recursos económicos mas el progresivo desinteres del socio en cuestiones internas.

Por años debimos discutir con cierto grupo de aduladores del oficialismo, cualquiera fuera este ( menos en el corto periodo en que nos toco ser parte del gobierno donde todos, incluidos los medios partidarios, fueron “opositores”) representado en su mayoría por cuarentones que intentan simularse como  adolescentes tardios, lo que los convierte en mas patéticos aun, que nos enseñaban lo importante que era rescatar un punto de visitante con Fenix.

Hartos de discutir sobre eso, y ahora que asumen lo lindo que es estar en Primera intentamos hacer notar la decadencia que venia sufriendo el Club en su conjunto a pesar de intentar ser refutados con la epica que le daban a pintar una baranda de una escalera como un verdadero logro de gestión.

Lo cierto es que a partir del 2008 en adelante, con vaivenes y altibajos, todas las conducciones intentaron enderezar el rumbo. Aunque muchos sostengan que la mejoría surgió recien desde hace 4 años a esta parte, fue hace ya 13 años que comenzó el ordenamiento institucional con una tarea de hormigas. Con leves mejoras, agregados de disciplinas tendientes a recuperar masa societaria, fortalecimiento de las inferiores, mejoras en Galvan y en Vicente Lopez, etc.

Claro que, los resultados futbolísticos no acompañaron y eso minimizo todo el trabajo silencioso que se fue haciendo.

Con un impasse es cierto, que fue la presidencia del nefasto Representante de Jugadores P Vilariño, embuido en sus intereses personales pero que aun asi, tuvo una Comision Directiva que no le permitió borrar todo lo avanzado en lo institucional.

Superado ese lapso, quienes los prosiguieron encontraron un club mucho mejor parado que el que estaba en el 2007. Con bases solidas y mucho mayor orden en general.

Pero aun asi, el Ascenso a la Primera Division evidencia que falta un monton. Sobre todo, gente capaz de aportar trabajo.

Saltaron deficiencias en el estadio, desde la iluminación hasta lo edilicio, y todas y cada una de las cosas que hay que mejorar para poder competir en nuestra cancha.

La logística e infraestructura de cualquier club de Primera es marcadamente superior a lo que hoy tiene Platense.

Y la carencia de grupos de trabajo serios, comprometidos y verdaderamente tenidos en cuenta sigue siendo el principal déficit que padece nuestra institucion.

Esta Comision Directiva demuestra que es personalista y tal vez haya solo 4 o 5 integrantes mas con algún margen de decisión. Despues, los demás acompañan de lejos, si es que los dejan.

Y ni hablar de asociado común, al que se lo ignora y mantiene alejado de cualquier tipo de participación.

Ojala se vayan sumando nuevas voces y brazos, esta demostrado que en Primera no se puede manejar y trabajar en soledad por mas soberbia que se tenga.

Pero que también seria importante que algunos otros sepan guardar su lugar, y entiendan que se puede ser mas útil aportando desde “afuera” antes que integrarse en un rol secundario a cualquier minimo emprendimiento, sobre todo en las reformas edilicias que se proyectan y ciertos involucrados idoneos en esos temas, con un perfil político diferente a este gobierno, parecen no comprender.

En lo estrictamente futbolístico, a pesar de aducir falta de tiempo como el factor limitante, no se incorporo en la medida de lo esperado aunque a ultimo momento se busco al interesante Bertolo y al arquero L Ojeda para completar un poco mas el flaco plantel.

Seguimos confiando en que Llop pueda seguir sacándole agua a las piedras, con todo el respeto que nos merecen los muchachos que se calzan la camiseta dentro de un campo de juego, algunos jugando muy por encima de sus posibilidades.

Y remarcamos esto, pues es ahí donde nos gusta verlos y no en una dudosa promoción fingiendo ser “guerreros” (¿) arropados en tapados de pieles en pleno febrero.

Menos mal que cuando nos toco disfrutar a jugadores como Petti, Orlando, Mastromauro o Cravero, no debimos padecer estas imposiciones del Marketing que a algunos les resulta tan simpaticas y a otros nos produce un marcado fastidio, por la payasada a la que se los expone.

Lo dijimos y lo sostenemos. La victoria tiene multiples padres y el fracaso es huérfano.

Pues bien, es momento de saber escuchar y abrir el juego, la situacion actual asi lo exige si es que realmente se valora todo lo que costo volver y lo dificil que sera mantenerse..